Gonzalo me llamó un día, hace ya varios meses, y me contó las ideas que tenía para su próximo disco. Recuerdo que había tres cosas que ya tenía claras entonces: quería superarse en la calidad de sonido y mejorar en la masterización; también quería sacar una tirada de CDs en lugar de limitarse a colgarlo para descarga, como ya había hecho con "Mientras tanto"; y, la que más me llamó la atención, quería destinar la recaudación de las ventas del disco a alguna entidad tipo Cáritas (creo que la mencionó desde el primer momento), aunque todavía no sabía como iba a enfocar ésta última.
El tiempo iba pasando y empezaron a llegarme algunas demos. La cosa empezaba a perfilarse. Entre lo que escribía en el blog y lo que me iba comentando, me iba haciendo una idea de los derroteros por los que iba a ir el disco. Entre las canciones había algún descarte de discos anteriores que ahora incluían detalles nuevos y visiones actualizadas. Todo avanzaba. Cuando Gonzalo me envía todo el material que va acumulando para algún disco siempre pienso de dónde saca tiempo para preparar tantas canciones. Yo no daría abasto. Y no sólo hablo de temas nuevos, sino que también retoma canciones antiguas; no las abandona, trata de buscarles un hueco y darles otra oportunidad. Entre todas las que me envió para este disco sumaban unas veinticuatro maquetas; toda una colección.
Hemos ido intercambiando opiniones sobre todo el material que tenía, hemos enviado correos electrónicos de ida y vuelta, ha habido canciones candidatas, nominadas, comodín del público… El disco iba tomando una forma cada vez más definida. La última palabra siempre la tiene Gonzalo, pero cuando me pide opinión siempre trato de prestar mucha atención en las escuchas iniciales para poder sacar a la luz aquellos puntos que me parecen más flojos para que puedan ser pulidos y destacar los mejores para que pueda darles más lustre. A partir de un número determinado de vueltas se hace más dificil tener un criterio objetivo porque me voy familiarizando con las canciones y parece que todo encaja más, cuando al principio no lo hacía, y, por ejemplo, una voz que parecía forzada ya no lo parece tanto o allí donde se echaba en falta un arpegio, a posteriori no se aprecia tanto. La parte crítica se vuelve más complaciente al cabo de unas escuchas y hay que aprovechar el tirón inicial.
Mientras escribo estas líneas escucho el master que ya me ha enviado Gonzalo -sí, sí, el master, en máxima calidad- con mis auriculares “buenos” y el disco suena de miedo. Lo va a hacer; va a sacar el disco que quería. La masterización, como ya ha adelantado, ha sido de auténtico lujo y el resultado el que pretendía: “en cuanto a calidad de sonido, va a ser lo mejor que haya hecho nunca”. La recaudación, definitivamente, va a ser para Cáritas y ya tiene todo concretado. La gestión de la tirada de discos (que será inferior a la que barajaba) también está muy avanzada. En esta ocasión, no va a haber libreto; pero, bueno, la calidad de sonido lo va a compensar. Hace unos días me confirmó el título definitivo ("Cambio de sentido") y estamos a la espera de que nos guíe en algún sentido hacia el diseño y la imagen de portada.
He visto crecer este nuevo proyecto y me alegro de ver que va a ser muy, muy, parecido a lo que Gonzalo imaginaba. Hay un tema que se ha descolgado en el último momento y que se reserva para el próximo CD de Overbooking. También he escuchado un descarte muy interesante con un estilo absolutamente novedoso en toda la producción de Over, explorando registros muy distintos a todo lo anterior y que, aunque necesitan madurar, ya hacen vislumbrar algunas sorpresas que nos prepara para más adelante. Hay un tema muy especial (con dedicatoria) en el que ha ido corrigiendo la voz y en el que se ha volcado hasta encontrar el equilibrio necesario; creo que esta es una de las enseñas del disco y una de las canciones que más ha crecido en esta fase final con un resultado muy bueno. Los duetos son buenísimos (mención especial para Diego Suárez) y siempre estaban en mi lista de temas favoritos; así que, me alegra que estén en la selección definitiva.
