Tras el largo, larguísimo, proceso de mezcla, y tras haber oido el resultado una y otra vez, llegué a una conclusión: no me convencen las baterías.
No la interpretación, ni la calidad de cómo se grabó, sino la mezcla.
Así que me dispuse a aventurarme en terreno hasta ahora desconocido, la mezcla y ecualización de la batería. Mortal. Todo un mundo.
Ha hecho que rehaga todas las mezclas, ya que no me sirve ninguna. He mezclado todas las baterías, y el resultado me ha gustado mucho. Adquieren mucha personalidad.
Ello me ha conllevado a remezclar todo otra vez. Merece la pena.
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